Impacto social

Servir, conectar y
compartir desde el corazón

“Cuando la infancia ha sido feliz, sana,

 llena de afecto y bien enfocada,

uno es fuerte para todo”.

Enrique Rojas

INTRODUCCIÓN

La educación es el proceso natural de mejora continua a nivel personal y el arte una maravillosa vía de expresión, autoconocimiento y autosanación. El proceso educativo más eficiente y transformador es el que ejerce uno sobre uno mismo, es decir el proceso de autoeducación que se inicia a partir del conocimiento personal, la consciencia del propio ser y el deseo innato de plenitud. Por eso, buscamos despertar en las niñas el “poder creador” a través de estimular su proceso creativo con ayuda del arte. De esta manera ellas tendran en sus manos la posibilidad de crear la vida que desean vivir.

IDENTIDAD

Descubriéndome.

En este taller las niñas pueden mirarse a través del arte, utilizándolo como un espejo, en el que pueden mirarse como ellas se miran, como se sienten miradas y como en realidad son. De esta manera van adquiriendo el derecho y la libertad de “ser” que muchas veces les ha sido negado. Así pueden iniciar su proceso creativo personal desde una perspectiva más amplia.

DUELO

Suelto y confío.

En este taller las niñas reconocen las emociones a las que se enfrentan al vivir una pérdida, visualizan el proceso cíclico natural del duelo y hacen un ritual de “cierre de ciclo” basado en el agradecimiento a quien ya no está. Cierran el taller con un proyecto nuevo entre manos que las acompaña y las impulsa a confiar en el “por venir”.

EMOCIONES

El motor de la creación.

En este taller las niñas hacen un recorrido por todas las emociones expresándolas a través del arte, utilizan diferentes materiales que las transportan al mundo de cada emoción, allí ellas observan en imágenes como sienten lo que sienten y que herramientas tienen para auto- repararse. Por último comprenden para que sirve cada emoción y como pueden usarlas a su favor.